martes, 10 de abril de 2007

Diálogo con Juan Batalloso sobre individuación y otros temas.Continuación

Continuación
Diálogo con Juan Batalloso sobre la individuación y otros temas.
Al final de este pequeño escrito he incluido algunas direcciones para extenderse en la información y el conocimiento sobre el tema de diálogo, diálogo que desea hacerse colectivo con la participación de tod@s.
Empleo el término INDIVIDUACIÓN, (individuación. 1. f. Acción y efecto de individuar. R.A.E.) de forma dialéctica, tanto en lo conceptual y teórico, como en lo sociológico e histórico; como proceso y realización terminal, como acción de convertirse en…y síntesis de su oponente inespecífico o indeterminado/gregario o informe (que no tiene forma). El individuo es la tesis expresiva y concluyente del proceso de definición biológica, psicológica, cognitiva, antropológica, filosófica, cultural, económica, política y social de su antítesis masa, gregario, indeterminado no-sujeto; es síntesis, sujeto, por oposición al no-sujeto, es sujeto por reflexión consciente frente al objeto, es un yo frente a un tú que por síntesis dialéctica se convierte en persona. Ver los artículos cuyas Web señalo y los últimos trabajo de Ulrich Beck y Alain Tourine

Quizás no he sabido expresar claramente lo que defino como globalización o, al menos, una de sus características más determinante y diferenciadora de todo lo que hasta estos momentos ha representado el devenir de la historia humana.
Yo defiendo tenazmente la diferencia entre globalización y mundialización. La mundialización es un concepto y una realidad que responde a un paradigma físico, geográfico: la economía puede ser, es, mundial; la cultura o cualquier otra cosa o herramienta humana puede ser mundial, incluso el mercado es como una gran plaza de abasto que cubre el planeta entero, pero todos ellos, todos nosotros estamos globalizados.
Globalización la derivo etimológicamente y semánticamente de GLOBUS, el espacio en el que todos sus puntos se encuentran a la misma distancia del centro y entre sí porque son a la vez centro para otros. Los franceses la han utilizado como simplemente esfera y por derivación globo terráqueo, espacio físico o social, yo opino que se han quedado fuera del nuevo entorno de la era informacional (Castell y Echevarría), donde el no-espacio, el no-tiempo conforman la nueva era, una era de flujos y nodal.
Por esto también la caracterizo como un seísmo, porque es una energía que trastoca todo y lo afecta a todo en un mismo momento, aunque se produzca su epicentro en una esfera u otra de la vida, en cualquier ámbito de la vida humana, en cualquier espacio o dimensión.
Cuando hacía referencia a la globalización como método de lectoescritura, lo hago por analogía y por la cercanía a los enseñantes que hemos utilizado este modelo didáctico y hemos comprobado como la comprensión global de un texto “formateaba el disco duro” de la comprensión y asimilación oral y escrita; es un recurso, por lo visto no afortunado, para familiarizar mi concepto de globalización a la experiencia de los enseñantes.

Más adelante haces referencia “al proceso de individuación, como singularización, diversificación. Es algo, dices, que pertenece al juego de la posmodernidad: lo diverso como inexistencia de metarrelatos, por eso con esa palabra de "individuación" hay que tener mucho cuidado, porque de ahí podemos saltar a los derechos individuales…” Pero los derechos individuales ¿son de temer? Si no existen los derechos individuales ¿cómo pueden existir los colectivos?

¡¡¡¿Qué no existe el individuo?!!! No comprendo esta afirmación desde ningún aspecto ¿Qué es, si no, una persona, cómo y desde dónde llega a ser persona? Mientras no se es individuo no se puede uno referenciar ¿qué somos, pura fenomenología? ¿Nominalismo? ¿Pura existencia?

Mis apuntes sobre el devenir histórico, eran sólo apuntes, y muy breves por cierto, pero, amigo Juan, tú eres riguroso y lo demuestras continuamente, más ¿no crees que te has precipitado al analizar el proceso histórico del concepto de individuo? Además, puedes caer en un análisis anacrónico por esa deriva sobre la sociedad griega y demás formalismos

Amigo Batalloso, estamos hablando de procesos, y desde luego es permanente y abarcador y poliédrico etc., pero escrupulosamente necesario en devenirnos en seres diferenciados, no sólo biológicos, sino también psicológicos (Freud y las etapas psicológicas, Lacan y el espejo), sociales, que permiten ser, no una suma o adición de entes indiferenciados frente a las masas, culturales y políticos que nos convierte de súbditos en ciudadanos, reflexivos y conscientes que nos permite ser personas. Además es necesario reivindicar al individuo, como base de toda conciencia y responsabilidad, por y precisamente por el momento de postmodernidad del que hablas y que pretende o destruirlo: clonización, o alienarlo pervirtiendo su ser social por la competitividad, el individualismo o la enajenación expoliadora de consumidor y pensamiento débil. Estamos, como dice Beck, en una sociedad frágil y de riesgo y todos hemos de dotarnos y ayudar a dotarse a otros de los recursos necesarios para vivir en esta mueva frontera con libertad, autonomía, criterios y valores suficientes.
En estos momentos de cambios revolucionarios, de frontera permanente, de búsqueda y necesidad de identidad diferenciadora-socializadora, necesitamos reunir en cada uno de nosotros, proceso de individuación, toda las energías, todos los recursos que permitan a cada uno/una construirse una masa crítica suficiente para trabajar en una sociedad red, nodal y de flujos permanente. Es la única manera de ser y seguir siendo persona, autónoma, libre, crítica e independiente, es la manera de forjar el nuevo ETHOS.

La idea no era “escolarización masiva, no nos confundamos; la idea, la utopía realizable, el derecho indeclinable era y es, una educación de calidad para todos y durante toda la vida, ¡exijámosla!

www.elcultural.es/HTML/20060427/Letras/LETRAS17113

www.revistasculturales.com/articulos/97/revista-de-occidente/485/1/ulrich-beck-ulrich

Teclear en Google INDIVIDUACIÓN y os saldrán cientos de artículos y lugares sobre el tema.

domingo, 8 de abril de 2007

En torno a individuo y persona

En torno a las aportaciones de Batalloso sobre los trabajos de Paco Cueva y Paco Barco.
Sin consulta previa, quizás deberíamos debatir si se introducen artículos de otros medios, os bajo una editorail de la Revistas Académica POLIS, editada en Chile cuya Web es: http://www.revistapolis.cl/
Creo que, ya que se hace referencia a otros trabajos de compañeros, deberíamos incluírlos.
En cuanto a lo que aporta nuestro querido Batalloso a mi trabajo sobre individuación, espero seguir el debate con la riqueza que él ha aportado, baste, entretanto, lo que sigue que es de Antonio Elizalde, director de la Revista y de la Universidad Bolivariana de Santiago de Chile.

Sigue el artículo:
Prólogo

http://www.revistapolis.cl/

Equipo Editorial


En su notable Historia del siglo XX, Hosbawm muestra que éste fue una era de terribles acontecimientos: guerras mundiales y regionales, revoluciones, totalitarismos, dictaduras, hambrunas, deportaciones, migraciones masivas, crisis económicas y sociales. En ese sentido, éste ha sido (es) “el tiempo del desprecio”, según Malraux. Hubo, sin embargo tres décadas armónicas, desde fines de la Segunda guerra a mediados de los setenta, que correspondieron al gran desarrollo del Estado de Bienestar en Europa y Estados Unidos, y del populismo en América Latina. Fue un breve período de alto y sostenido crecimiento económico, de mejoramiento del bienestar y del desarrollo humano en la mayorías de los países, de ampliación de derechos, de conquista de libertades colectivas y grupales, e independencia de muchos pueblos; “la época de oro del capitalismo” como la denomina el mismo historiador. Desde entonces y hasta el presente, hemos entrado en una nueva crisis de larga duración, la segunda gran crisis de la modernidad, según Peter Wagner. Dos citas, contenidas en el libro de Hosbawm, sintetizan la experiencia vivida en nuestro tiempo, así como la vigencia de la obstinada esperanza. El músico Yehudi Menuhin dice que: “si tuviera que resumir el siglo XX, diría que despertó las mayores esperanzas que nunca haya concebido la humanidad y destruyó todas las ilusiones e ideales”. Por su parte, el historiador italiano Leo Valían, que pareciera estar comentando lo anterior, escribe: “nuestro siglo demuestra que el triunfo de los ideales de justicia y de la libertad siempre es efímero, pero también que si conseguimos preservar la libertad, siempre es posible comenzar de nuevo… Es necesario conservar las esperanzas incluso en las situaciones más desesperadas”.

En estos tiempos nublados, los problemas sociales se cronifican, las consecuencias perversas de la modernización permean la vida privada y la acción social. Los períodos armónicos son breves, y las tendencias hacia la deshumanización -descritas por Weber como el reinado de la racionalidad formal y de la burocratización del mundo- se acrecientan. Las instituciones y organizaciones humanas públicas y privadas, y no sólo las mercancías, parecieran haber adquirido vida propia, se han hecho autónomas, y escapan al control de las sociedades, como en el cuento del aprendiz de brujo. “El horror económico” como decía Rimbaud, nos embarga, y se ha dicho que “la economía está contra la sociedad”. Los ámbitos de libertad se reducen en las sociedades actuales, especialmente en el del mundo periférico. Estamos dejando de ser sociedades disiciplinarias, como las que describió Foucault, para convertirnos en “sociedades de control”, en las cuales las coerciones directas y explícitas van siendo sustituidas por diversificadas y eficaces estrategias desterritorializadas de condicionamientos, Deleuse dixit. En este horizonte, las lógicas del poder, del dinero, y de la eficacia tecnológica parecen no tener límites en su expansión. Como lo ha mostrado Hinkelammert, la destructividad del sistema económico y social vigente se expresa en una crisis ambiental creciente, en el deterioro de la sociabilidad y en la creciente desigualdad.

En contraste, esta época es la de mayor desarrollo científico en la historia, tanto en las ciencias formales, como en las naturales y sociales. Se dice que actualmente viven la mayor parte de los científicos que ha habido desde los inicios de la historia de la ciencia, y nuestro conocimiento de la naturaleza, así como del hombre y la sociedad, es el mayor en toda la historia de la humanidad. La primera revolución industrial del vapor y el carbón, fue seguida por la revolución de la electricidad y, en las últimas décadas, por la de la microelectrónica, la computación y la bioingeniería. Este desarrollo tecnológico y de la producción agrícola permitiría, por primera vez en la historia, alimentar a toda la humanidad, y satisfacer sus necesidades básicas de vivienda, salud y educación, con sólo una parte del gigantesco gasto militar anual. Sin embargo, lo impide la concentración de la riqueza a nivel mundial y las lógicas de poder nacional.

Los períodos de crisis casi siempre han sido intelectualmente fructíferos. La pérdida de certezas, el envejecimiento de concepciones consagradas, el derrumbe de teorías, las dudas acuciantes, el cambio de los mapas cognitivos, todo ello obliga a repensar, a explorar, a elaborar nuevas respuestas. En el siglo XX, desde ese ambiente cultural, han surgido y se han desarrollado las más diversas formas de representación y de pensamiento sobre el hombre y la sociedad.

Muchas de ellas, en las ciencias sociales como en la filosofía y teología, pretenden legitimar el (des)orden existente. Replican en sus propios juegos de lenguaje la facticidad de la realidad, presentando lo existente como “el mejor de los mundos posibles”, y por su carácter radicalmente antiutópico niegan que “otro mundo sea posible”. Otras formas de pensamiento conservador continúan siendo ideologías, en el sentido clásico, es decir discursos que contienen valores universales y utopías alcanzables, según ha explicitado Hinkelammert. De este modo, las ideologías contemporáneas economicistas, tecnológicas u otras continúan prometiendo un mundo de prosperidad para todos o casi todos, un mundo armónico y perfecto donde los conflictos humanos desaparecerán.

Paralelamente, en Europa, Estados Unidos y América Latina, durante el siglo XX, hicieron su aparición y se han desarrollado diversas corrientes de pensamiento humanista, crítico e innovador, tanto en filosofía, ciencias sociales como en teología. Se puede mencionar, por ejemplo, la filosofía humanista y dialógica de Dewey, Buber, Echeverría, Habermas, Levinas Maritain, Ricoeur y otros; las ciencias sociales críticas de Bourdieu, Baumann, Beck, Chomsky, Hinkelammert, Lechner, Horkheimer, Quijano, de Sousa Santos, entre otros; la teología de Boff, Comblin y Gutiérrez. Asume una especial relevancia en este número de la revista, dedicado al tema de persona y humanismo, la psicología humanista de Fromm, Goleman, May, Maslow, y en especial de Rogers.

El tema de la persona surge en la filosofía griega clásica con el epicureismo y el estoicismo, en el período de la crisis de la polis y la República Romana, como una intuición no plenamente desarrollada sobre la individualidad del hombre que trasciende su pertenencia al cosmos y a la polis, es decir su ser natural y político, según lo ha expuesto Ferrater-Mora. El concepto de persona fue elaborado teológicamente por el cristianismo, en los primeros siglos, para referirse a la “persona” de Cristo diferenciándolo de su “naturaleza”. Se estableció que Cristo tenía una doble naturaleza, divina y humana, pero sólo una “persona”. Para Agustín de Hipona cada una de las Personas divinas de la trinidad posee su propia “intimidad”, como experiencia e intuición. Para Boecio “la persona es una substancia individual de naturaleza racional”. Tomás de Aquino dice que la persona es una substancia individual. En síntesis, en la tradición cristiana la persona es un ser “por sí” independiente e incomunicable, pero a la vez en relación con Dios -de donde proviene- y con los otros. Leibnitz conserva el sentido metafísico del término de la filosofía medieval, y dice que persona es un ser pensante e inteligente que tiene una experiencia de su identidad como mismidad en el tiempo y en los lugares.

Actualmente, se suele diferenciar entre “individuo” y “persona”. Mientras el primer término se aplica a una unidad compleja de carácter psicofísico, definida por diferencia frente a otro individuo, el cual puede estar determinado; la persona no es reductible a su realidad psicofísica, o al menos no enteramente, y es un ser libre. Más aún, consiste en su libertad. De ahí la importancia de lo ético en la constitución de la persona. Por ello es que mientras el concepto de individuo es de carácter descriptivo, el de persona posee una dimensión normativa. Para Kant, la persona en cuanto “personalidad moral” es “la libertad de un ser racional bajo leyes morales”. Es un fin en sí mismo y no un medio, y no puede ser “sustituida” por otra.

El concepto de persona se ha extendido a las ciencias sociales y a los estudios éticos. Frente a la referida deshumanización de las organizaciones, la creciente pérdida de autonomía e instrumentalización a que estamos sometidos, el concepto de persona constituye la reafirmación de la calidad de sujeto, y de nuestra subjetividad. Asimismo, los seres humanos, más que nunca en nuestra historia, tenemos conciencia de nuestra individualidad, de nuestra singularidad, de nuestros derechos, condición que fue hecha posible por el avance de la existencia social. Vivimos en un planeta en el cual las distancias y las fronteras naturales y artificiales -que fueron en el pasado obstáculos casi infranqueables para incrementar las relaciones entre los seres humanos- han sido superadas por el extraordinario avance de las tecnologías de comunicaciones y de transporte. Podemos ver y “sentir” en tiempo real lo que viven y sienten seres humanos en cualquier punto del planeta. Sin embargo, a la vez, como nunca antes en la historia de la especie, estamos separados y desconectados unos de otros, y viviendo cada cual aislado en su propio mundo interior, transitando a lo más esporádicamente por el mundo del otro, en una “modernidad líquida” caracterizada por la levedad de las relaciones y la fragilidad de los lazos humanos, como lo señala Baumann, y quizás olvidándonos del origen social de nuestra humanidad, esto es, de nuestra propia condición de persona.

De allí que, partiendo de una iniciativa de la Unidad de Investigación Centrada en la Persona (formada por investigadores de distintas disciplinas y orientaciones, y con sede en el Departamento MIDE de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, Universitat de Valéncia) decidimos dedicar nuestra “Lente de Aproximación” a presentar un conjunto de artículos de investigadores que asumen el “Enfoque centrado en la persona”, y que buscan desde esa perspectiva aportar a la resolución de conflictos. Con ello pretendemos hacer una pequeña contribución a los significativos cambios epistemológicos que las ciencias positivas están experimentando, así como a los debates actuales en torno a las tensiones entre seguridad y libertad, y entre comunidad e individualidad.

Como se sabe, dicho enfoque fue elaborado por Carl Rogers, destacado psicólogo norteamericano, quien denominó de este modo su particular visión de las interacciones humanas. Él no pensaba que ésta fuera sólo una teoría, aunque le dio una rigurosa formulación científica. Por ello, formuló su concepción del éxito de la terapia en una hipótesis sobre sus condiciones necesarias y suficientes, como lo muestra el artículo “Preguntándose para responder. La posición ética y el reto de la terapia centrada en la persona y sus «condiciones necesarias y suficientes” de Peter Schmid. Más aún, realizó valiosas observaciones y experimentos sobre las prácticas terapéuticas para contrastar sus hipótesis sobre las referidas condiciones.

Asimismo, Rogers rechazó siempre que el referido enfoque fuera considerado sólo una técnica que podría aprenderse mediante un entrenamiento. Pensaba que las condiciones de acogida, escucha incondicional, integridad, y serena empatía -que requería asumir el terapeuta como facilitador para crear una ambiente favorable a la activación de las capacidades de autocuración psicológica, de “actualización”, de los clientes- no podían aprenderse como una técnica, y que sólo podían provenir de un alto grado de madurez del terapeuta. Consideraba que el “enfoque centrado en la persona” era aplicable no sólo a la relación terapéutica, sino a las diversas formas de interrelación: de pareja, laborales, educativas e incluso en las difíciles relaciones entre grupos étnicos diferentes y en conflicto. Sostuvo que su enfoque era “una filosofía de vida” e incluso explicitó las similitudes que tenía con el taoísmo y el budismo zen y, podría agregarse, con algunas formas de cristianismo.

Quizá su concepción tan profundamente optimista no permite comprender (satisfactoriamente) la fuerza y persistencia de los impulsos destructivos que presenta la conducta de muchas personas, como sí lo hace el psicoanálisis freudiano, la teoría de los guiones de Berne o la psicología budista. Asimismo, como se ha señalado, Rogers no consideró las condiciones psicosociales que bloquean u obstaculizan el desarrollo de las tendencias innatas a la actualización y la resolución armónica de los conflictos emocionales. Asimismo, como señala Schmid, no explicitó (suficientemente) que “la revolución de la persona” que creyó que ya había comenzado a mediados de los setenta, implicaba una profunda transformación ética, no en el sentido “moralista”, sino de un cambio profundo de desarrollo de la compasión y responsabilidad del terapeuta –y en cierta medida del educador-, frente al dolor del otro, De ahí que este enfoque, que no es en modo alguno un sistema cerrado de “verdades”, está abierto a las concepciones filosóficas como la de Martín Buber de reconocimiento de la interrelación entre mi propio desarrollo y el de los otros, y también a las posturas ético-filosóficas sobre la primacía del Otro de la filosofía de Emmanuel Levinas.
Varios de los artículos que constituyen el tema monográfico de este número muestran el carácter fructífero de la perspectiva rogeriana. Alejandro Celis en “Congruencia, integridad y transparencia: el legado de Carl Rogers” destaca el aporte de la psicología humanista y especialmente de este autor, al explicitar el papel central que asume la congruencia o autenticidad del psicólogo, en el proceso terapéutico así como su importancia como componente de la salud integral de las personas. Celis propone una concepción del autodesarrollo en tres niveles, lo que amplia la conceptualización de Rogers. Francisco José Campos Roselló et alia en su artículo “El problema «0» en la resolución de conflictos. [La no percepción, el no reconocimiento o la no aceptación de la existencia del conflicto]” nos ofrecen un análisis de un “Caso 0”, es decir de un conflicto entre los profesores y dos niños de un colegio, en el cual los adultos no reconocían su existencia. Los psicólogos que intervinieron, mediante una actitud empática de escucha, lograron que los educadores reconocieran y aceptaran que había un conflicto con esos escolares, lo que permitió su resolución.

En “La percepción del conflicto por los educadores y sus implicaciones en los estilos de resolución de conflictos”, Juan A. Castro et alia analizaron una amplia muestra de 359 profesores de enseñanza no-universitaria respecto a la semántica de los conflictos y las estrategias para enfrentarlos. El estudio muestra el predominio de una visión negativista de los conflictos, pero cierta positividad en su pragmática. Antonio Elizalde Hevia et alia, en su estudio “Una revisión crítica del debate sobre las necesidades humanas desde el enfoque centrado en la persona”, realizan un examen de las principales teorías sobre las necesidades humanas -entre ellas las de Maslow-, revisan las publicaciones recientes en el tema y las evalúan con una mirada sistémica y fenoménica, desde un enfoque centrado en la persona.

J. Marques-Teixeira en “El Programa del sistema de ayuda centrada en la persona de grupos sociales excluidos. Antecedentes teóricos y procedimientos” describe el referido programa que se elaboró y aplicó en la ciudad portuguesa de Oporto, para facilitar el acceso a la salud física y psicológica, y la reinmersión social de grupos de marginados que “cuidaban” automóviles, el cual estuvo basado en la perspectiva del enfoque centrado en la persona. Miguel Martínez Mígueles en su “Fundamentación epistemológica del enfoque centrado en la persona” expone las profundas transformaciones que experimentaron las ciencias naturales como las humanas, durante el siglo XX. Nos encontramos en presencia de una nueva cientificidad. El enfoque de Rogers y otros es parte de ella, y procura mejorar y armonizar la psicoterapia, la educación y las relaciones interpersonales y sociales.

Abraham Magendzo en “El ser del otro: un sustento ético-político para la educación” señala que hemos olvidado el ser del otro en una sociedad individualista que enfatiza incansablemente el ser del yo. La modernidad ha subsumido el ser del otro a una anomia. En la teoría política, el ser del otro es visto de modos muy diferentes en “el paradigma liberal” y en el comunitarismo. Con Levinas el ser del otro es mostrado desde la alteridad, y se manifiesta asimismo en la diversidad y en la ética de la interculturalidad. Por su parte, María Teresa Pozzoli en “El sujeto de la complejidad. La construcción de un modelo teórico transdisciplinar (eco-psico-socio-histórico-educativo)” expone las características del sujeto en el pensamiento complejo, considerándolo “como un emergente de un modelo teórico transdisciplinar”.


A estos hemos agregado otros trabajos en los cuales se profundiza la mirada, provenientes de la reflexión filosófica sobre la persona, referidos a Maritain y Ricoeur. Ambos pensadores provienen del humanismo católico, aunque sus concepciones sobre la persona, especialmente la de Ricoeur, podrían ser asumidas por los no-creyentes. “La concepción de persona en Jacques Maritain. De la noción de individuo a la libertad personal” de Arturo Díaz busca ofrecer una síntesis de la concepción de este pensador sobre el hombre como persona, con su dignidad irrenunciable, como miembro activo de la sociedad y del orden político, en las cuales debe asegurar y profundizar su libertad. Teresa Ríos en “El lenguaje de la escucha en la formación escolar de los jóvenes de sectores populares: Una hermenéutica basada en la filosofía reflexiva de Paul Ricoeur”, expone su investigación de tesis de doctorado que muestra la separatividad entre el mundo de los estudiantes secundarios de liceos populares y el de los adultos. Su metodología se basó en la hermenéutica de Ricoeur, que comprende “el acto de escucha desde el propio sujeto, quien narrándose, se escucha, y escuchándose, se comprende a sí mismo, conectándose con el sentido de su vida escolar”.

En “Cartografías para el futuro” presentamos el artículo de Luis Razeto que expone un “Modelo de Optimización Social de Cobertura y Calidad”, el cual propone precisar cuál es la mejor combinación de mercado y Estado para “maximizar la cobertura y optimizar la calidad de las prestaciones que ambos sectores ofrecen a la población, para satisfacer sus necesidades de educación, salud, vivienda, etc.” A juicio del autor, no es posible determinar dicho óptimo social, si no se integra al modelo “un tercer sector, que se identifica como sector solidario”.

“Proyectos y avances de investigación” contiene cinco artículos. El primero de Raiza Andrade y Luz Marina Pereira González se refiere a “Las fárbices caórdicas. Nuevos lenguajes organizacionales en la era de la complejidad”. Las autoras aseveran que los lenguajes organizacionales tradicionales “resultan insuficientes para alcanzar la posibilidad de ser éticos, sensitivos y rentables en el día a día. Las organizaciones que aprenden, concebidas como sistemas complejos, deben ser autoconscientes y estar en procesos de construcción y deconstrucción permanente que posibiliten el desarrollo de valores para un ambiente de trabajo dinámico y potenciador”. Por ello proponen, desde “el paradigma de la complejidad”, un nuevo modelo de resonancia sinérgica con el contexto de la globalización, que permitiría realizar los referidos valores, y al que denominan “fárbices caórdicas”.

“Reconsiderando las alternativas sociales en México rural: Estrategias campesinas e indígenas” de David Barkin expone que muchos mexicanos están volviendo a acudir a formas tradicionales de cooperación, especialmente en la agricultura, para funcionar mejor en el ecositema y mejorar su calidad de vida.

Por su parte, Hermes Benítez en “Democracia y socialismo” se plantea la cuestión de si la conflictiva relación que se dio entre democracia y socialismo durante el siglo XX, se debe a una incompatibilidad de principio entre ambos o más bien fue el resultado de las condiciones históricas en que se intentó realizar el socialismo. El estudio permite concluir que “la historia de las relaciones entre capitalismo y democracia estaría mostrando, no que el capitalismo tendería simplemente a favorecer el desarrollo de formas democráticas de gobierno, sino que éste se ha asociado siempre a sus expresiones oligárquicas y elitistas. Si bien es cierto que en su relativamente corta existencia histórica el socialismo ha aparecido asociado a manifestaciones políticas autoritarias y antidemocráticas, ello no significa que éste sea esencial y necesariamente autoritario”.

Carlos Donoso Rojas en su estudio sobre la Independencia Chilena, “La idea de nación en 1810” muestra que en los textos de los miembros de la Primera Junta de Gobierno no se expresa una clara voluntad independentista, aunque podría afirmarse que en sus proyectos de defensa y de reforma de la educación colonial están los gérmenes del pensamiento de un nuevo Estado-nación. La interpretación del autor es que dicha Junta, aunque no fue revolucionaria, en su formación fue un quiebre en nuestra historia institucional.

Ana Esmeralda Rizo López en su artículo “¿A qué llamamos exclusión social?” muestra que dicho concepto -y los significados principales que se le han atribuido- se relacionan con “un contexto histórico económico y social determinado, claramente europeo”, y clarifica sus diferencias “frente a conceptos y teorías que en algunos casos se asemejan. Nos referimos a la pobreza, la marginalidad, la informalidad o la dependencia”. El texto presenta, asimismo, “una tipología de excluidos”, precisando sus agentes, causas y estrategias con que se le ha enfrentado. Un ejemplo es el programa del sistema de ayuda centrada en la persona de grupos sociales excluidos, expuesto en este mismo número por Marques-Teixeira.

En la sección “Bosquejos para una nueva episteme” se recupera un antiguo texto de Carl O. Sauer publicado en 1925, titulado “La morfología del paisaje”. En éste el autor busca definir el ámbito de la geografía como disciplina científica, cuyo objeto es el de “establecer un sistema crítico que abarque la fenomenología del paisaje, con el propósito de aprehender en todo su significado y color la variedad de la escena terrestre, buscando organizar los campos de la geografía como ciencia positiva”.

Finalmente, en “Comentarios y reseñas de libros”, Felipe Portales escribe sobre el libro recientemente editado sobre Las muertes de Allende de Hermes Benítez; Cecilia Palma comenta el libro Viviendo la Poesía, editado por Luis Weinstein, y Raúl Rupailaf aborda el libro de Patricia Junge, La mirada com-unitaria.

sábado, 7 de abril de 2007

Comentarios al artículo de Paco Cuevas

Aunque el tiempo ha pasado, porque este artículo creo que lleva escrito tres años y mucho ha llovido desde entonces, en mi opinión sigue estando de actualidad, porque los problemas a los que alude, no solamente están planteados, sino que están mas generalizados y son más intensos si cabe.

Plantear visiones de la Escuela a través de metáforas me parece un recurso estupendo porque así podemos ver que las teoría de la educación, que Paco reivindica como una necesidad fundamental, no son algo especulativo, sino algo concreto que nos permite describir la realidad, cuestionarla e interpretarla, por ello vaya desde aquí mi enhorabuena por esta intuición.

Efectivamente la Escuela es al mismo tiempo olla a presión, cárcel, isla, empresa y coche sin frenos, aunque esto último no lo comparto en su totalidad y ahora explicaré por qué y como nuestro autor afirma, el conflicto es algo inherente a toda realida social, institucional, igual que las contradicciones, errores e incoherencias son consustanciales a todo ser humano. Por tanto el problema reside en encontrar los fines y los medios más eficaces para realizar el modelo que queramos construir en la Escuela. Pero ¿cual es ese modelo en tiempos de complejidad, incertidumbre y posmodernidad? Pues la verdad que la cosa está complicada porque ya los grandes modelos han desaparecido, si es que alguna vez los hubo, por tanto ahora nos queda ser humildes, conscientes, reflexivos, pacientes, esperanzados y martillo-pilón, es decir, hacer algo positivo en cada instante que se nos presente sin perder la vinculación social, el trabajo en equipo, la cooperación, la discusión colectiva y franca, el análisis y la responsabilidad social compartida, porque hoy no puede entenderse la Escuela si no es en clave de responsabilidad social.

¿Y cómo se concreta esto? Pues comiendo día a día, haciendo camino al andar. Y es aquí donde hay que denunciar que ya no valen esos costosos esfuerzos normativos que señalan al milímetro que es lo que deben hacer profesores y alumnos en las clases, ni tampoco toda esa rutina de proyectos y proyectitos subvencionados que después no van a las raíces de los problemas, se quedan en nada o simplemente sirven para engrosar la loca carrera de los méritos personales y colectivos para seguir haciendo carrera en las instituciones.

Paco Cuevas plantea su artículo referido a la Escuela Obligatoria y de forma específica señala a la Secundaria, pero ¿Qué decir de la Universidad y sus Facultades? ¿Qué métaforas podríamos aplicar a las Facultades de Ciencias de la Educación? ¿Se educa en ellas a los que después serán educadores y educadoras?

Podría tal vez proponerse la métafora del Mercado, un lugar donde todo el mundo va a comprar, vender y supuestamente a satisfacer necesidades y se pone en manos de vendedores especialistas para después recibir solamente un papel que acredite que ha llegado a su máximo nivel de vendedor y que ya puede ejercer una profesión. Un lugar donde uno va a obtener una carta de vendedor que te otorgan unos sujetos cuya visión no va más allá que de lo estrictamente reproductor, mercantil y en el que prima el individualismo, la competitividad, la envidia, los resentimientos, los celos y en el que resulta cada vez más difícil producir conocimiento, no sólo ya porque no se lee lo suficiente, si no porque se investiga muy poco sobre aspectos que respondan realmente a necesidades personales y sociales. Un lugar en el que muchas personas van lampando por un puestecito, un título, un certificado, una pequeña publicación, un lugar en el panel de ponentes en el Master o en las Jornadas...un reconocimiento público… Por esto cuando nos ponemos a hablar de macroconflictos y macrocontradicciones, es indispensable que analicemos al mismo tiempo las nuestras y como la ideología dominante penetra en mi propia personalidad y en mi propia conducta.

Efectivamente nuestro autor acierta de lleno en los senderos alternativos que propone: Educación Liberador, Pedagogía Institucional, Autogestión Pedagógica… (Freire, Goodman, Lobrot, Lapassade, Illich…) y coincido plenamente en que la alternativa no es la desescolarización y hay muchas razones para afirmar la permanencia de la Escuela y las Instituciones Educativas, pero ¿Bajo este modelo burocrático, patriarcal, mercantil y de escasa responsabilidad social? ¿Y que hacemos? Pues esto que estamos haciendo: generar discusión, debate, análisis, participación, teoría, prácticas, acciones pero todo con vinculación grupal, cooperativa y con expresión concreta en iniciativas, cada uno en el contexto y en la realidad en que se encuentre.

Por último decir, que psicologizar la pedagogía ha sido y sigue siendo una gran tentación y así surge ese híbrido, esa palabreja llamada "psicopedagogía" que cada vez me gusta menos (siendo yo uno de esos) y en esa psicologización se esconde un gran olvido, que los problemas son también y primero, matgeriales, sociales, institucionales, colectivos y que son las condiciones sociales de existencias las que condicionan (sin determinar) nuestras características individuales y después estas a su vez influyen en las sociales, por acción o por omisión. Quiero decir que mientras la pedagogía no se politice en el sentido más puro, radical y liberador del término y no en esos sectarismos partidarios que dividen y encorsetan a los grupos, mientras que no asumamos plenamente que la educación es una cuestión macro, meso y micropolítica nos comeremos un pan como unas hostias. Volver por tanto a re-crear a los clásicos de la Educación Liberadora como propone Paco, no solamente es una imperiosa necesidad, sino una urgente tarea.

Enhorabuena Paco, Me da mucha alegría coincidir y compartir contigo la sencilla y bonita reflexión que nos has regalado.

Os dejo con algunas frases de Goodman, de su conocida obra "La deseducación obligatoria". Estamos hablando de 1973, año de su publicación en España. ¿Están vigentes todavía?

¿QUÉ ENSEÑA REALMENTE LA ESCUELA?

«...Que la vida es inevitablemente rutina, que está despersonalizada y que sus categorías sociales se basan en la corrupción; que es mejor hacer lo que está mandado y cerrar la boca; que no hay lugar para la espontaneidad, la sexualidad abierta y un espíritu libre. Educados en las escuelas se introducen en un mismo tipo de empleo, cultura y política. Esto es la educación: deseducación, socializar de acuerdo con la normativa nacional y estructurar de acuerdo con las “necesidades nacionales”... En la práctica, nuestras escuelas reflejan fielmente nuestra sociedad, si hacemos la salvedad de que exageran muchas de sus peores características y que poseen los defectos típicos de las instituciones académicas de todas las épocas y lugares...»

¿EDUCACIÓN EN VALORES?

«...Se ha dicho que nuestras escuelas funcionan de acuerdo con los valores de la clase media, pero este es un uso terminológico falso y desorientador. Las escuelas representan cada vez menos cualquier tipo de valores humanos, y sí representan un simple acatamiento a sistemas mecánicos...»

¿CUÁL ES EL PROBLEMA?

«El problema, desde un punto de vista educativo general, consiste más bien en aprender a vivir dentro de una elevada tecnología. El énfasis debe radicar en las virtudes morales de la ciencia misma, austeras y al mismo tiempo liberadoras; en su belleza humana; en la selectividad y racionalidad circunspectas de la ecología y la medicina psicosomática. Estos valores son muy diferentes de nuestro proceso educativo general encaminado a la consecución de un doctorado universitario como objetivo final»



Juan Miguel Batalloso Navas.

Camas a 7 de abril de 2007

viernes, 6 de abril de 2007

Comentarios al artículo de Paco Barco

Queridas compañeras de grupo y compañeros también:
Ya que no puedo ir a las reuniones pues os haré llegar por este medio los comentarios que se me han ocurrido a los artículos que se han ofrecido. Ya sé que pasó el tiempo, pero los textos ofrecidos son atemporales y tiene vigencia y vitalidad, por ello vale la pena detenerse y estudiarlos.
En primer lugar envio los comentarios del artículo de Paco Barco


El artículo de nuestro compañero Paco Barco fue ya comentado en la reunión que tuvimos en su día, sin embargo no quedé muy satisfecho de las que a mi juicio son la posibilidades de generación de conocimiento e interrogantes que Paco Barco nos ofrece, por ello me he creído en la obligación de aportar al grupo mis comentarios, por si alguno de sus miembros los quiere recoger, o sencillamente por puro placer reflexivo y re-creador.

Comencemos pues.

Se trata de un trabajo denso, intenso y amplio. Es la primera vez que me enfrento a un texto de Paco, con serenidad y tiempo por delante para interpretarlo y dar mi opinión sobre él y la verdad es que estoy gratamente sorprendido porque se mezclan en él tres características poco comunes: de un lado el esfuerzo por conceptualizar de forma original sus ideas, lo que manifiesta su capacidad de crear y re-crear; por otro la utilización de agudas metáforas ejemplificadoras tomadas de su experiencia personal y de otro el recurso a la argumentación de expertos con manejo abundante y hábil de bibliografía. Sin embargo lo que me resulta más interesante es la temática que aborda, una temática que da de lleno en nuestros problemas sociales, vitales, personales y existenciales, porque esta globalización está causando estragos en nuestra forma de ser y estar en el mundo.

El llama "proceso de individuación" a algo que tiene ya un nombre sobradamente conocido en los ámbitos de la psicología humanística y que a mi particularmente me satisface mucho más, se trata de lo que denominó Carl Rogers "el proceso de convertirse en persona" un proceso profundamente educativo que no se termina nunca, que está enmarcado y está condicionado por el contexto sí, pero no determinado, porque "ser persona" es una conquista, una llamada a "ser más" que Rogers la asimila al proceso de desarrollo y maduración personal, centrado tanto en la conquista de la autenticidad, como en el de la autorrealización, pilares que tienen como base la libertad. De aquí que personalización y liberación sean conceptos complementarios.

La caracterización que hace de los conflictos y de las contradicciones, me resulta de sumo interés, porque Paco parte de la consustancialidad de los conflictos y de las contradicciones con el desarrollo humano y así lo plantea como algo natural e incluso educativo. Aprovechar los conflictos, asumirlos como formando parte del proceso de hominización me parece básico, al igual que la consideración de las contradicciones y los errores. Gran parte de nuestra educación ha estado basada en el principio de no contradicción, pero ya la física cuántica y los descubrimientos de Heisenberg resolvieron esta cuestión, además de que se ha considerado siempre el conflicto y el error como algo malo y condenable, generador de culpa, y así estamos como estamos.

Me llama bastante la atención el concepto que propone de globalización al que caracteriza de "holístico, multidireccional, multidimensional y sísmico" lo que dicho en otras palabras quiere decir complejo, por lo de azaroso, retroactivo, caótico, aunque tiene unas lógicas dominantes: las del capital, no hay otras. Nuestro propio desarrollo personal es mercantil, como decía Erich Fromm: nuestra personalidad es solo una máscara que se compra y se vende en el mercado. Somos lo que tenemos, aparentamos o queremos vender como imagen más positiva, competitiva y rentable de nosotros mismo. Tal vez el capital, especialmente el financiero y también el industrial (deslocalización) que fluye de aquí para allá pero con un centro y una periferia. Lo que no me parece correcto es asimilarlo a lo del método global de la lectoescritura, puesto que son significados diferentes: el aprendizaje lector aquí es un proceso sintético-analítico de aprendizaje perceptivo no recursivo aunque sí transferible, en el caso de la globalización sociocultural y neoliberal existe recursividad, impacto y centralidad en la obtención de beneficios y expansión de mercados.

Paco insiste en el proceso de individuación, como singularización, diversificación. Es algo que pertenece al juego de la posmodernidad: lo diverso como inexistencia de metarrelatos, por eso con esa palabra de "individuación" hay que tener mucho cuidado, porque de ahí podemos saltar a los derechos individuales y de ahí a la propiedad privada, solamente hay un paso. No creo que la palabra individuación sea la más acertada. El individuo no existe, es pura abstracción. Existen los sujetos mediatizados por el mundo: existen las personas con toda la carga histórica, ideológica, filosófica y mouneriana que eso lleva detrás. Por mi parte no tengo ningún complejo en reivindicar a Mounier: ya quisieran muchos tener su fuerza, pero claro ahora estamos en tiempo de éticas indoloras y pensamiento débil.

Paco nos hace algunas referencias históricas sobre el concepto de individuo y se remonta a los griegos para saltar después a la revolución francesa, pues a mí ninguno de esos dos argumentos me valen, primero porque la sociedad griega era esclavista y androcéntrica, por lo que mucha polis democrática que inventaran, a mí no me sirven en este tiempo de mucho, ahora eso sí. Si de lo que se trata es de formalidades, pues viva la democracia griega para unos cuantos. Sí es mucho más acertada la apelación a la revolución francesa, pero sin olvidar que los derechos de ese ciudadano eran los derechos de una clase social en ascenso llamada burguesía que necesariamente tenía que romper las trabas de la sociedad estamental. En cualquier caso, pienso que el proyecto de modernidad, iniciado con la Ilustración y la revolución de 1789 está todavía inconcluso y no se ha profundizado lo suficiente en él. La burguesía acertó en muchas cosas y se equivocó en la principal: creer que nuestro planeta sería inagotable y que los seres humanos podemos someternos a la ley de la oferta y la demanda

Paco define la individuación como "un proceso activo, positivo, crítico, libre, consciente, reflexivo y anticipador por el que nos hacemos y/o ayudamos a ser individuo, ser único, objetivo/subjetivo, socialmente responsable y portador/creador de derechos y deberes" a la que me atrevería añadir holístico, complejo y permanente (no se acaba nunca-sólo con la muerte-), de todas maneras no acabo de entender eso de la individuación, que para los animales, plantas o hacer taxonomías viene muy bien, pero para las personas se queda en la superficie. Habría que añadirle integrador de dimensiones materiales, corporales, sociales, culturales, emocionales y espirituales…¡ya está bien joder de tener reparos a hablar de espiritualidad! De tanta Marta Haernecker que me tragué acríticamente, el tiempo me ha enseñado que la verdad es inabarcable, se nos escapa de las manos, de la cabeza… total un follón… ¿Qué es entonces la poesía, el arte, el amor…? ¿Pura individuación?

Me parece de fundamental la tarea que Paco nos propone con un sencilla y meridiana claridad "Se trata de analizar, descifrar los riesgos, dónde se encuentran; quiénes son los poderes excluyentes y dominadores; cuáles las teorías que los sustentan, porque desde luego, no existe una receta, ni menos un pensamiento único" `más no debemos olvidar aquí también el "anuncio" de lo "inédito viable" del que nos habla Friere, lo que incluye en mi opinión a las viejas preguntas de siempre… ¿Cuál es mi responsabilidad personal en todo esto? ¿Quién soy? ¿Qué debo hacer?

Coincido plenamente con Paco en que la investigación del proceso que él llama de individuación y a mi me gusta llamarle proceso de convertirse en persona, tiene que ser "multiexperiencial" lo que quiere decir también inter, multi y transdisciplinar. El tiempo de los reduccionismos y de la especialización nos ha conducido a errores de bulto, al fin y al cabo un especialista es el que sabe muchísimo de muy poca cosa.

Más adelante Paco nos aclara que no hay que confundir su propuesta con la individualización del neoliberalismo y eso se intuye entre líneas, sobre todo cuando habla de responsabilidad social, derechos, deberes, y además al que conozca personalmente a Paco no le hace falta esta aclaración, por eso creo que el término individuación es confuso y no muy afortunado, aunque creo que matizándolo como lo hace Paco, pues queda perfectamente claro.

Me ha encantado toda la referencia que hace a Mounier, un filósofo beligerantemente cristiano y católico que se lo ha utilizado vilmente para condenar el comunismo pero se le ha callado con vergüenza para no condenar el capitalismo, la guerra y la deshumanización del planeta. Pero eso es lo que hay la historia de las últimas décadas de la Iglesia es la historia de una contrarreforma: ¿Dónde ha quedado la Gaudium et Spes?

Y ahora contra Jon Sobrino.

Ya el tema de la individuación biológica no me atrae tanto, pero si el de la psiconeurología porque hoy estamos asistiendo a una auténtica revolución de descubrimientos gracias a los TAC y a la emisión de positrones, que nos están permitiendo hacer mapas funcionales del cerebro y cual es el impacto bioquímico de nuestro modo de vida y que determinados modos de vida configuran mapas cerebrales diferentes. De hecho la psicoinmunología es algo que se estudia de forma muy seria, aunque no sé si aquí en España.

Lo más interesante es la aplicación de ese proceso de individuación al concepto de ciudadanía y verdaderamente Paco da en la clave cuando propone lo que él llama "salario de derecho humano y dignidad", si bien creo que hay que entenderlo como una conquista y una vigilia permanente, porque los derechos humanos no nacemos con ellos en la frente, hay que conquistarlos, exigirlos, salvaguardarlos, evaluarlos… porque si no, pues puro papel mojado. Pero aun así Paco se manifiesta esperanzado porque nada está determinado de antemano aunque existan muchas dificultades, no estamos predestinados como dicen los fatalistas de izquierda y de derecha.

Paco nos ofrece también una rica descripción de las sociedades tecnoburacráticas , así como de los peligros a que nos conduce este tipo de sociedad, para lo cual se recurre a autores de reconocido prestigio como Manuel Castells y Ulrich Beck. En esa descripción destacan unas características que no había visto nunca tan claras y paco las nombra como sociedad "...icónica, neonómada, neodramática y neoromántica: donde vivimos en pulsión libidinal permanente, interdependiente y autónoma, frágil, de riesgo, autoconstructiva o de autobricolage personal permanente…" y esos "neos" y esa "pulsión libidinal permanente" son ciertos, además del "autobricolaje". Muerto Dios y muerto el socialismo todo está permitido, lo que pasa que la pobreza, el hambre, la guerra, la injustica y la falta de humanidad no han muerto todavía…

Otro aspecto que me parece de fundamental importancia es la constatación y denuncia que hace Paco

"…en lo económico y social la deslocalización viene pareja a precariedad laboral y a la misma organización productiva, conformando una sensación de inestabilidad que cuestiona proyectos de vida a largo plazo y está provocando la destrucción del contrato social en la que basábamos nuestras sociedades democráticas, con graves conflictos en las identidades, ya que el empleo, fuente histórica y social de nuestra socialización e inserción social, se está haciendo imposible para un tercio de la población mundial" lo cual está más claro que la AEIOU ¿Qué hacer entonces? ¿Nos oponemos a que las empresas se las lleven a Marruecos o a Tailandia? ¡Qué cabrones estos neoliberales! Ese cuento no tiene nada de "neo" es muy viejo ya, arranca con Adam Smith y empieza a darse respuesta organizada seria ("científica" decían) a partir de 1848: había un fantasma comenzaba a recorrer Europa al grito de "Proletarios del mundo uníos" Al parecer esto ya no es posible ni interesante: se murieron los metarrelatos. ¿Cuál es el camino? ¿Exigir un subsidio o una pensión? ¿Y de dónde sacamos el dinero? No es tan fácil, no… entre otras cosas porque los gobiernos nacionales ya no gobiernan la economía…

También es una realidad eso de lo "icónico" y el papel de la imagen, el envoltorio, la publicidad, la televisión, internet… todo va a estar filtrado y controlado por los medios y consecuentemente por los grandes propietarios de los grandes medios, que son los que deciden que realidad es real y cual debemos o no conocer.

Otra de las grandes ideas que me han gustado mucho de este trabajo es la del rompimiento de los espacios personales ya que según Paco, afirmación que hago mía, "El espacio íntimo, no me refiero a la intimidad exterior que nace de una casa o de un ambiente, es el reducto infranqueable que nos comunica y a la vez es el vehículo de expresión de nuestro yo. Su desaparición constituye la enajenación y la desestructuración como persona, como individuo." y esto me parece de SUMA IMPORTANCIA, porque si no hay desarrollo interno no puede haber desarrollo externo, y de esto la Escuela no se da cuenta y sigue anclada en el modelo de la fábrica industrial pues la estamos jodiendo y bien, porque ademas de lo cara que nos cuesta a todos, estamos DESEDUCANDO. ¿Te acuerdas de “La deseducación obligatoria” Lo mismo lo compré en tu librería. Paco Cuevas nos recuerda a Postman, Weingartner, Goodman, Illich… y estoy cada vez más convencido de que no sólo hay que desempolvarlos sino re-crearlos a la luz de todo este periodo de escolarización masiva burocratizada, que sin bien está bien para empezar, por aquello de que todos tengan su puesto escolar, no es ni mucho menos suficiente…

Está claro que nuestro entrañable Paco es un "león" (persona lectívora) y termina su trabajo preguntándose ¿Qué podemos hacer? Una vieja y siempre nueva pregunta de Vladimir Ulianov Lenin, aunque él muy vanguardista le quitó el "podemos" y dijo "¿Qué hacer?" dando las instrucciones y así se ha visto lo que se ha visto. Y Paco nos habla de aprender y amar, de cambiar nuestros valores por otros más acordes a nuestros retos actuales, pero sin perder el Norte de amor, ternura, placer y Eros como instinto biófilo y no necrófilo de Tanatos, porque el fracaso de las ideologías redentoristas, como dice Paco, a muchos nos ha hecho tambalearnos y perder la fe, sobre todo porque no fuimos educados para construirnos proyectos de vida…yo actuaba re-activamente y no activamente… el papel de la educación formal e informal no era ese… de un lado mi padre quería que estudiara para “ser alguien en la vida” y cuando acabo de estudiar me doy cuenta de que lo más importante lo he aprendido de los que estaban fuera del sistema escolar y por mí mismo… este es un tema fundamental para mí… el cómo ayudar a las personas para que de forma singular, autónoma y crítica construyan sus proyectos de vida… pero el patio está muy feo… ¿qué proyecto de vida puedo construir si tengo que hipotecarme 30 años para vivir en un cuartucho? ¿qué proyecto de vida puedo realizar si mi tiempo de ocio lo utilizo para embrutecerme?

Muchas gracias Paco, cada vez me gusta más lo que escribes… tenemos que hablar de muchas cosas, “compañero del alma compañero”

Pues esto es todo.

Un abrazo a todos y a todas los que hayan tenido la paciencia de leer o echarle un vistazo a esto,

Juan Miguel Batalloso Navas

sábado, 31 de marzo de 2007

Acceso a GIEPAD - Libros y libros...

Recordaros que para acceder al blog y poder dejar entradas sin tener que ponerlas en comentarios debeis cliquear en ACCEDER, arriba a la derecha. Acto seguido, cliqueamos en NUEVA VERSION DE BLOGGER y nos aparecerán dos recuadros para logearnos. El nombre de usuario es GIEPAD (en mayúsculas); la contraseña la que se dijo en la reunión y que lógicamente no voy a escribir aquí. Podeis preguntárnola por mail.
Por otro lado, aquí os dejo una web en la que podeis encontrar cientos de libros en formato pdf o word. Yo prefiero el papel, pero no deja de ser interesante.
Espero que paseis unas buenas vacaciones, yo he inaugirado las mias con una gastroenteritis de caballo, jejeje.

Germán

jueves, 22 de marzo de 2007

Inauguración

Blog de trabajo del GIEPAD ( Grupo de Investigación de Educación de Personas Adultas y Desarrollo) - 2007 - SEVILLA

Tras varias propuestas y sugerencias, y en vistas de la posible utilidad, hoy ponemos en marcha este blog. Sin duda, una herramienta de comunicación muy práctica y de fácil acceso, que espero podamos sacar el máximo partido.

Para comprobar su eficacia y empezar a darle vidilla, propongo la participación de cada uno de los componentes de este grupo de investigación. Para ello os invito a realizar cualquier aportación, tanto editando una nueva entrada como incluyendo algún comentario en ésta misma.

Muchas gracias

Un saludo
Daniel Porras